Los coleópteros son un numeroso grupo de insectos que comúnmente denominamos escarabajos. Son reducidas las especies que atacan la madera seca, pero tienen una gran importancia como parásitos de obras de arte, mobiliario y de la estructura de los edificios. En general, los coleópteros xilófagos que causan plagas se caracterizan porque en las primeras fases de su vida (larvas) presentan un comportamiento y tipo de alimentación muy diferente al estado adulto. Las larvas se alimentan de la madera en el interior de la cual viven, sin embargo los adultos presentan una vida muy corta y en muchas ocasiones no se alimentan, siendo su única misión el apareamiento y la reproducción. Por tanto, los daños que ocasionan estos insectos (galerías en la madera) son provocados por las larvas, mientras que los orificios que se observan en la superficie de la madera son realizados por los adultos.
Entre los insectos de este grupo, conocidos comúnmente como carcomas, destaca por su frecuencia de aparición y la importancia de sus daños Anobium punctatum. Los adultos de este insecto alcanzan una longitud de 3-5 mm y son de color pardo oscuro. Las hembras fecundadas depositan los huevos (de 0,3 mm de longitud) en pequeños grupos de 2, 3 o 4 huevos (hasta un total de unos 80 huevos) en las superficies rugosas de la madera, en las grietas y muy frecuentemente en los antiguos orificios de salida de los adultos. Después de 4 o 5 semanas, nacen unas pequeñas larvas blancas y arqueadas que penetran directamente en la madera y perforan galerías en la dirección de las fibras de la madera. Las galerías se van incrementando de tamaño según la larva va creciendo, quedando llenas de un serrín rugoso y áspero. El ciclo vital de estos insectos es de 2, 3 o más años dependiendo de las condiciones nutritivas de la madera y de las condiciones ambientales. Su desarrollo se ve favorecido por una elevada humedad del aire y una temperatura moderada (22 - 24ºC). Los adultos, que viven de 3 a 4 semanas, son buenos voladores y se aparean en el exterior de la madera cerrando así su ciclo biológico.
Anobium punctatum ataca la albura de frondosas y coníferas y en condiciones de humedad el duramen de ciertas frondosas. Se alimenta de los componentes de la pared celular (principalmente celulosa) mediante la acción simbiótica de ciertos microorganismos intestinales. La presencia del ataque de la primera generación de insectos no es fácil de detectar hasta la aparición de los primeros orificios de salida, pero el ataque de las generaciones sucesivas se manifiesta con frecuencia con la aparición del serrín que las larvas evacuan al exterior a través de los antiguos orificios de salida de los adultos.
Dentro de los Cerambícidos (escarabajos de antenas largas) el más frecuente y conocido es el Hylotrupes bajalus (Capricornio doméstico). El adulto de este insecto posee el cuerpo deprimido de un color pardo oscuro, puede llegar a tener una longitud de 10 a 20 mm y se caracteriza por las largas antenas que presenta. Las hembras después de ser fecundadas depositan pequeños grupos de 2 a 8 huevos, de 2 mm de longitud, en las grietas de la madera ( 140 - 200 huevos por hembra, excepcionalmente pueden llegar a 500 huevos ). Al cabo de 1 - 3 semanas eclosionan unas pequeñas larvas que se introducen en la madera para alimentarse. Las larvas perforan galerías de sección elíptica, orientadas generalmente en el sentido de la fibra, que llenan de serrín a medida que avanzan por ella.
Este insecto ataca la madera de la albura de las coníferas (principalmente pino), no atacando el duramen. Esto es debido a que el duramen presenta un menor valor nutritivo y está impregnado de sustancias (resinas, taninos, esencias, etc.) con cierto efecto repulsivo para los insectos. Los daños causados por este insecto son más rápidos y graves que los causados por los demás coleópteros xilófagos, por lo que la aparición de un único orificio de salida de adultos, puede indicar la existencia de importantes daños en la estructura interna de la madera. El ruido que emiten las larvas al roer la madera puede facilitar el reconocimiento del ataque y la localización de este insecto en el interior de la madera.